Título: Animalien Inauteria
Escritor: Felipe Juaristi Galdos
Ilustrador: Antton Olariaga Aranburu
Editorial: Erein
Año: 1999
Colección: Auskalo Bumeran
Número de páginas: 176
Edad: 12tik gora
- Laura Sagastume, Revista Behinola 1999-2004 Dos terrones de azúcar
1.Preguntas y cuentos
Carmen Martín Gaite, en su Caperucita en Manhattan, relata esta ilustrativa anécdota sobre la protagonista: cuando apenas tenía tres años, Sara preguntaba constantemente a los que la rodeaban sobre la muerte, la libertad o el matrimonio. Sorprendido por ello, un vecino recomendó a los padres de la niña llevarla al psiquiatra, pero la abuela estalló en una risotada:
-¡Qué psiquiatra ni que puñetas! Lo que hay que hacer con los niños es responder a sus preguntas, y si no les quieres decir la verdad, quizá porque ni tú mismo la sabes, cuéntales un cuento que parezca verdad.
A finales del año pasado, Felipe Juaristi habló en términos similares en la presentación de El carnaval de los animales . Según contaba, tuvo que servirse de cuentos para explicar a su hija conceptos como el racismo, y fruto de aquello es <
Sin embargo, otros autores no han sido de la misma opinión... Por ejemplo, un año antes, en Francia, el escritor Tahar Ben Jelloun escribió Papá, ¿qué es el racismo? con la misma intención, pero dejando de lado la fábula y planteándolo en forma dialogada, con la explicitación en lugar de la sugerencia, dando como resultado textos tan inadecuados como estos:
-Papá, perdona, pero voy a decir una palabrota: ¡El racista es un auténtico desvergonzado!
-Te has quedado corto al elegir ese calificativo, pero no le viene del todo mal.
Cuando la respuesta a una o varias preguntas adquiere el cariz de ensayo, el autor debe tener mucho cuidado y avanzar con destreza y atención. Y, sin ninguna duda, es mejor que el lector lea y saque sus propias conclusiones de El carnaval de los animales que del libro de Tahar Ben Jelloun. ¿Por qué? Porque escribir un cuento para responder a una o varias preguntas puede ser una buena solución, si, como ocurre en este caso, el autor tiene cuidado y avanza con destreza y atención.
2. Ilargi lapurra y Animalien inauteria
Hace ahora unos seis años, Felipe Juaristi publicó la colección de cuentos Ilargi lapurra, donde aparecían elementos de la naturaleza que se repetirían en Sagitario o en Eguzkiren etxea; los más destacados de ellos eran, por una parte, el bosque y los animales (rusticias), y por otra núcleos rurales o urbanos y sus habitantes (civilitas). Pero el protagonista y nexo de unión entre los libros que queremos comentar aquí es el zorro, en cuya reflexión se ofrece esta visión de la decadencia del bosque:
Encontró el bosque muy cambiado: los hayedos, robledales y castañares de una época diezmados, habían introducido el pino en muchos sitios y otros aparecían pelados. Pensó que a este paso el bosque no duraría, pero recordó que en los últimos tiempos le habían rondado pensamientos similares. Pero esta vez la destrucción del bosque avanzaba muy rápida. Pronto no quedaría ni rastro, si alguien no le ponía remedio. Comprobó que la situación era grave, pero ni él ni el oso ni ningun otro animal del bosque podían hacer nada. Se tenía por un personaje en riesgo de extinción, y esa impotencia para enfrentar al presente lo llenaba de melancolía.
El zorro que aparece en estos libros es un personaje muy curioso: es vegetariano, le gusta vestir con elegancia y ha recorrido medio mundo (entre otras razones, porque en una incursión en territorio humano perdió a su zorra querida). Además, como correponde a la sagacidad de este animal, trabaja como detective del bosque, y a él recurrirá el oso cada vez que surja un problema grave.
Los animales se reunieron en el claro de bosque de siempre, con el oso como jefe, lehendakari y presidente, tal y como lo había sido durante años, pues era él, cada vez más, la casi única referencia del pasado: era quien guardaba mejor que nadie la memoria de aquel bosque. Por ello, todos los animales, grandes y pequeños, desde el ciervo desconfiado y asustadizo hasta el petirrojo cantarín, confiaban en él. Nunca les había fallado. Y nunca les fallaría.
En el libro Ilargi lapurra eran tres los misterios -y los cuentos- que tuvo que resolver el zorro: adónde se había llevado la luna robada, por qué razón había aparecido una gaviota marina en el bosque, y dónde estaba la muchacha desaparecida. El libro Animalien inauteria es diferente: está compuesto por una sola historia que, en lugar de plantear un misterio, tiene como eje las relaciones entre los animales y los humanos, y, en un segundo plano, las de los animales entre ellos mismos. Ente el bosque y la ciudad, además de una frontera espiritual, se ha construido un muro, ya la relación entre ambas partes y el futuro del muro se decidirán mediante una prueba: se trata de qué lado es capaz de crear la música más hermosa, cuestión que animará una historia cada vez más enmarañada (y, de paso, la curiosidad del lector). El narrador nos habla una vez más del conflicto entre la rusticitas y la civilitas:
El zorro estaba nervioso. No se acostumbraba a hablar con los humanos. Sus palabras le parecían etéreas: ligeras, sin fundamento, que perdían su valor con un simple soplo.
Y, en pocas palabras, Felipe Juaristi responde mediante una fábula a la profunda pregunta sobre la relación con los humanos; Pero en lugar de ofrecer una respuesta clara y simplista, prefiero hacer pensar al lector.
3. Una breve valoración
Ilargi lapurra y Animalien inauteria son dos de las mejores obras que han dado la literatura infantil y juvenil vasca en los últimos años. Las historias que nos cuentan son atractivas y estan presentadas con un lenguaje cuidado y adecuado, con un tono o música interior muy conseguido y, por último, nos dejan un cierto sabor de melancolía.
Con todo, pueden hacer plantear más de una duda:
a) En la cotracubierta de Animalien inauteria se puede leer que está recomendado <>, y así puede parecerlo si nos atenemos a la escritura (en ocasiones demasiado) poético de la obra. Sin embargo, la historia que se nos cuenta sería más adecuada para niños más pequeños, a partir de 8 años, pongamos por caso. Por tanto, percibimos una inadecuación entre el tema y el estilo de la obra.
b) Como hemos dicho, Animalien inauteria plantea el desafío de quién será capaz de crear la música más hermosa. Aunque el desarrollo de tal disputa resulta interesante, a veces el autor se demora demasiado en las descripciones, demora acentuada por un desenlace sorpresa que se precipita en muy pocas páginas.
Con todo lo dicho, la conclusión es que se trata de dos libros muy recomendables, que pueden ser leídos por jóvenes y adultos, o bien pueden ser contados a los niños.
- Xabier Etxaniz Erle Hace algunos años Felipe Juaristi escribió una excelente obra ambientada en el bosque; el oso y el zorro eran los protagonistas principales que investigaban el robo de la luna (Ilargi lapurra, Erein, 1993). Ahora, tras varios años de silencio, el zorro ha vuelto al bosque (y a las librerías) en este Animalien inauteria (“El carnaval de los animales”). El lirismo de aquella primera obra ha aumentado en este libro y la complejidad de las relaciones, tanto personales como sociales, da lugar a diversos niveles de lectura que hacen de esta obra una de las mejores novelas juveniles de los últimos años escrita en euskara.
Ante el progreso de los humanos, y consiguiente peligro de perder su habitat por parte de los animales, éstos deciden realizar una competición musical contra aquellos. El orgullo de los humanos les hará perder dicho concurso y por lo tanto comprometerse a mantener el bosque. A través de este argumento general el autor nos muestra la complejidad de los seres, la relación del zorro con los demás animales, su marcha y posterior regreso, la amistad,... son muchas las cuestiones que se plantean en esta obra donde el cuidado lenguaje, las detalladas descripciones y sobre todo la credibilidad que tiene esta obra de ficción hace que el lector goce con su lectura.
Al mismo tiempo esta novela, además de hacernos disfrutar, nos sirve para reflexionar sobre multitud de cuestiones como la ecología, el compañerismo, la amistad, la belleza, etc., que de una manera u otra aparecen en la lectura.
Estamos, por lo tanto ante una obra literaria excelentemente realizada, con un lirismo y una bien elaborada red en la narración, que hacen la delicia de cualquier persona que se asome a este libro.